Uf, semanas marcadas por ´incidentes´ en los cuales honorables profesores se han visto involucrados.
Ese desgraciado de Antofagasta no tiene perdón de dios. Admito que si tuviera de alumno a un pokemon unineuronal probablemente sentiría deseos de ahorcarlo con sus propios chocopandas y taparlo a puteadas, pero de ahí a lanzar aquel discurso tan, pero tan facho hay una distancia enorme. Dos contrasentidos: "tengo más educación que tú" y "no tienes salud (...) le sacai salud al estado"... Pelotudo, fascista y más encima carente de lógica básica. No more comments.
Por otro lado aquella dama sospechosa de abusar de un pobre prepúber que tal vez aún habla con voz de pito. Desgracias que pueden ocurrir porque gente cagada de la cabeza hay en todos lados (aún cuando crean que con esos ridículos test de selección están filtrando)...
Lo que no puede ocurrir es el nivel del profesorado nacional. Parte del problema de nuestra educación está ahí. A diferencia de otros países (como por ejemplo, Finlandia, que muestra altísimos niveles educacionales) que valoran social y salarialmente a sus profesores en Chile asumamos que comúnmente nuestros pedagogos son médicos o ingenieros frustrados, cuyo nivel aceptable les permitió quedar en una tradicional y por ende, desoir el llamado vocacional. Los salarios son tan bajos que escasamente el alumnado de elite va a escoger dedicarse a la pedagogía, sin contar con la poca valoración a nivel sociedad de estos seres cuya responsabilidad es tal vez la más grande a nivel de civilización.
Somos un país muy mal enfocado. Adoramos a los médicos y a los abogados, los enaltecemos logrando un grupúsculo de gente de mierda pasada a fecas que me ha tocado ver en hospitales (donde hablar con un médico es una quimera) o me toca ver día a día en tribunales, con el pecho erguido y el terno impecable, con una actitud de superioridad expresada con un tubérculo bucal interno que día a día me provoca horribles náuseas.
(Aún recuerdo un médico ecuatoriano que atendió a mi padre en el hospital. El único que se dignó a explicarme la enfermedad y sus cuidados. Me sorprendió con su sorpresa al notar que en este país los médicos son vistos casi como deidades. Él pasaba muy piola en su país...)
Para peor, como siempre el sistema privado remunera mejor, por lo cual la elite de los profesores labora en el Santiago College y no en el D-58.
Se plantea la evaluación docente como la panacea en este sentido, cuando la solución debe venir de raiz: un aumento en las remuneraciones que implique incentivar a los mejores de cada área a dedicarse a esta encomiable labor. Un profe sin vocación no sólo enseña mal, sino que puede sorprendernos con salidas de madre como las de este pelotudo. No hay derecho!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
A mí lo que me parece más notable es que ambos, profesor y alumna, estaban empecinados en despegarse del barro del proletariado. No recuerdo las palabras exactas, pero era algo parecido a esto: "no te das cuenta en la miseria que vives", a lo que ella respondía "yo no soy pobre, soy de clase media".
Y esta otra también es buena: "usted es un profesor no más". Uff!
Así es...
De hecho eso último va muy a tono con lo poco valorados socialmente que son los profesores en este país... pensar que un abogado chanta (como unos cuantos e ´incluso´ uno) provoca en los ´no letrados´ tratamientos reverenciales...
Y sí, es ´feo´ ser pobre, vamos acumulando bienes y endeudándonos para tener y mirar forongos y cocorocos al vecino...
(qué campechano-seniles mis expresiones!)
Publicar un comentario